Adicción

Te pienso.

A todas horas,
en cada respiro ahogado,
en cada grieta de mi voluntad.

Me haces falta
como el aire que no llega,
como la sangre que deja de correr.

Jamás he necesitado algo
tanto como te necesito a ti.

Sueño contigo en las noches,
te busco en los días,
te anhelo en el insomnio eterno
donde tu ausencia es un eco
que nunca se calla.

No hay un solo instante
en que no te invoque,
en que mi piel no suplique
por el calor de tu veneno.

Me cuesta seguir sin ti,
pero llevo tanto tiempo intentándolo…

Algunos días son fáciles.
Otros, me rompen.

Porque tú eras luz
y sombra al mismo tiempo,
deseo y condena.

Te extraño, te necesito…
pero la vida sigue,
desgarrándose en su marcha,
como debe ser.