Blanca como la nieve

Te encontré en mi adolescencia,

Una noche de locura y pasión.

Te encontré, y después de esa noche no te pude dejar.

Oh, quién diría que de ti dependería.

Oh, quién diría que tú serías mi más grande obsesión,

Y mi más grande sufrimiento.

Eres dulcemente amarga,

Te deslizas suavemente por mi nariz,

Dejando tu rastro en ella.

Bajas por mi garganta

Y le das vida a mi vida.

Tú, que eres tan blanca como la nieve.

Tú, que eres tan suave como la piel.

Le das vuelta a mi mundo,

Lo dejas de cabeza,

Me dejas colgada con tu sabor.

Tú, que me prometiste el mundo,

Un mundo mejor y risueño.

Tú, sabiendo lo herida que estaba;

Me heriste más.

Pero nada, nunca, dolerá más que el tener que olvidarte.

Tú, mi querida,

Siempre serás mi más grande tormento y mi temporal felicidad.