A quien corresponda #2

A quien corresponda:

Te escribo, no para recibir una respuesta tuya; te lo pido de favor, NO respondas a esta carta. Te extraño, te extraño mucho y te necesito. Fuiste la única persona con la que me sentía entendida, con la única que me sentí protegida y querida con todos mis defectos… pero poco a poco me fuiste conociendo, viste y escuchaste versiones horribles de lo que soy, mi lado destruido, irreparable, y como muchos, te alejaste.

Te mentí, te lastimé, te traicioné; y no importa cuantas veces pida disculpas, sé que nunca me perdonarás, porque yo nunca me lo perdonaré. Nunca. Eres un ser lleno de alegría, llena de vida, torpezas, curiosidades y sabidurías, y vas a llegar muy lejos—me duele tanto saber que yo no seré parte de tu vida para disfrutar y celebrar de esos momentos, pero la que se equivocó, como siempre, fui yo. Esta bien que vivas tu vida sin mí, te va ir mejor. No fue justo cargar tus hombros con el peso de los problemas de alguien tan problemática; no era justo y no es justo para ti haberte hecho pasar por lo que te hice pasar. No sé cuántas veces pedir perdón—pero es que te extraño, mierda, te extraño malditamente. Extraño a mi compañera de aventuras, extraño a mi compañera de hablar estupideces—porque estábamos muy fumadas o borrachas, extraño a mi compañera de vida con la que planeé un futuro juntas y extraño a mi alma gemela. Amigas hasta la vejez. Cruel ironía.

En serio te deseo lo mejor. Creo que ya ha pasado suficiente tiempo, lo suficiente para saber que no hay vuelta atrás; algunas veces el pasado es muy pesado como para dejarlo pasar. No puedo volverte a arrastrar a un mundo tan impredecible y atormentante, porque nunca dejaré de ser esa persona que tú hubieras deseado que dejase de ser. Te fallaría intentándolo. Perdóname, perdóname aunque no me merezca tu perdón. Soy un desastre ambulante.  Y escribo esto para decirte adiós, dejarte ir por fin, y no seguir atormentándome esperando que algún día regreses a mi vida. Repito. NO conteste esta carta, te lo suplico. Solo quería decirte adiós—espero vernos en otra vida y esta vez hacer las cosas bien, pero por ahora es un adiós definitivo. Te quiero desde lo más profundo de mi corazón y no hay día que no piense en ti, al menos quiero mucho a esa versión tuya que tuve el placer de conocer y perdí. Quedarás en mis recuerdos como una hermosa experiencia de amistad, porque nunca te olvidaré, hasta el día que decida irme de este mundo.

att: Alguien que creías conocer.